
Hay quien considera aún el disco de vinilo como un formato romántico reservado a los nostálgicos del ruido de la aguja sobre los surcos polvorientos que evoca una juventud remota.
Nada de eso, amigos. La evolución técnica de los vinilos ha permitido en los últimos tiempos eliminar los ruidos y mejorar la duración de los soportes. Pero es que además ha provocado una explosión de colores: de la sobriedad del negro a una paleta cromática casi infinita.
Cualquier coleccionista sabe que es imposible resistirse a la belleza de los vinilos de colores. Los fabricantes también y por eso están llenado las estanterías de tentadoras ediciones limitadas a precios de oro.
En Viniland hemos hablado este verano de algunas de ellas: del vinilo rojo de la banda sonora de «Friends» a la edición púrpura de «On Sunset» de Paul Weller y el delicioso recopilatorio naranja de Gino Paoli

Son solo una muestra. Entre nuestras capturas recomendables están las edición en color turquesa del indispensable «Ella & Louis», en un tono parecido al de «Between The Buttons» de los Rolling Stones, o el marino del doble directo de Franco Battiato «Un soffio al cuore di natura elettrica». Y la caja que reúne los ocho LP de Abba en vinilos en colores.

Algunos de estos recientes lanzamientos son ya cotizadas piezas de colección: la edición en rojo de «Spirits Having Flown» de los Bee Gees se agotó antes de salir. Una tragedia para algunos de sus fans vinileros. Algunos se toman el coleccionismo muy en serio.