Con esa frase se abre «Lust for Life», el segundo álbum de Iggy Pop en solitario y el mejor de todos. Publicado a pocos meses de su debut, «The idiot», Iggy Pop volvió a contar con la ayuda de su amigo David Bowie, que se multiplica en la producción, los coros, el piano y en la composición de buena parte de los temas.
Se grabó en los estudios Hansa de Berlín, cuartel general de Bowie en la época. Publicado el 29 de agosto de 1977, «Lust for Life» conserva toda las intensidad de un año convulso e inolvidable para la música moderna. Y es un testimonio formidable del que podemos disfrutar en todo el esplendor del vinilo gracias a la reedición de «Back to Black», la atinada serie de 33 revoluciones promovida por Universal. Que sigan así. Si no, tendremos que recurrir a Johnny Yen.