Sólo con mirarlos se nos hace la boca agua. El primer plato de alta cocina de 2018 para vinilistas tiene como ingredientes los cinco discos de diez pulgadas que el gran Thelonious Monk grabó para el sello Prestige entre 1952 y 1954.
Estos vinilos fabulosos han sido reunidos en un caja con sonido remasterizado y las portadas originales. Más un libreto con las notas de Robin D.G. Kelley, biógrafo del pianista.
Cuenta Kelley que aquellos discos fueron una tabla de salvación para Monk, a quien por entonces las autoridades habían retirado la licencia para actuar en directo tras haber sido condenado por posesión de heroína.
Aquí podemos disfrutar de Monk en forma de trío, quinteto y acompañando a otro grande del jazz, el saxofonista Sonny Rollins. Siempre sentando cátedra.
La mayoría de los discos fueron grabados por el mítico Rudy Van Gelder, lo que aseguró un sonido de gran nivel que se mantiene en esta cuidada reedición. Una auténtica joya para satisfacer el paladar de los vinilistas más exigentes y que los amantes del jazz en general no podrán dejar de escuchar. Imprescindible.
VINILAND 