Amigos de Viniland, después de meses de búsqueda acabo de encontrar «Bob Dylan At The Budokan», un doble álbum de mi infancia que ha aparecido por fin en lo alto de un armario. Se trata de un disco que Dylan grabó en directo en Japón y publicó en 1979 para horror de su fans.
Horror, sí. Porque a Dylan no se le ocurrió otra cosa que interpretar algunos de sus sagrados clásicos a ritmo de reggae o bajo los efectos de una banda de zíngaros, con violines bohemios y tempestuosos coros femeninos. No respetó nada: «Mr Tambourine Man», «Love Minus Zero/No Limit», «Like A Rolling Stone», «Don’t Think Twice, It’s All Right»…¡¡¡¡»Blowin’ In The Wind»!!!!
Dylan transformó todos esos himnos y el veredicto de sus fans fue cercano a la unanimidad: «¡herejía!».
Yo, que por entonces me abría camino en el fabuloso universo de Bob Dylan, no entendía tanta indignación y es que apenas había escuchado aquellas canciones en sus versiones originales. Me gustaba el «Budokan».
Los airados fans del año 1979 ignoraban que a partir del «Budokan» Dylan cambiaría sus canciones en directo paulatinamente hasta que el publico dejara de reconocerlas por completo.
Esta mañana he limpiado con mimo mi reencontrado «Budokan» y luego lo he hecho girar. Bob, que les den a los ortodoxos, a mí me sigue gustando.
VINILAND 