Hace cincuenta años nació en el estudio de grabación «Good Vibrations». Parece que todo surgió a partir una conversación de Brian Wilson con su madre, quien le explicó que los perros ladran a personas que transmiten malas vibraciones.
El proceso de grabación de una de las canciones fundamentales de la música moderna se prolongó durante siete largos meses. El resultado fue colosal. Cincuenta años después seguimos percibiendo buenas vibraciones cada vez que la escuchamos la canción cumbre de los Beach Boys. Ojalá nunca las perdamos.