Encontrar un vinilo es como hallar un tesoro. La verdad es que yo prefiero los discos nuevos. Las ediciones modernas tienen un sonido fantástico y cuidadas presentaciones. La tecnología también llega a los vinilos. Pero las reediciones no siempre están al día y hay que recurrir al mercado de segunda mano.
Ir en búsqueda de un disco tiene algo de aventura y hay tiendas estupendas de vinilos de segunda mano. La Metralleta, en Madrid, es difícilmente superable por su enorme oferta. Hace poco descubrí RecordFriend, en Ámsterdam. Cada ciudad tiene sus joyas…
Luego está internet, claro. La opción de acceder a las tiendas de todo el mundo es irresistible para un cazador de vinilos. Yo recomiendo las posibilidades de eBay, donde he encontrado vendedores profesionales que no suelen defraudar. También se pueden comprar discos de segunda mano con garantías en Amazon.
Desaconsejo, en cambio, las compras en otro portal popular entre los vinilistas, Discogs. La oferta es enorme, pero hay muchos vendedores aficionados que pueden depararnos desagradables sorpresas. Aún espero un reembolso de un disco que compré y que nunca me fue entregado. Cuidado con ellos.