El buen gusto musical de Quentin Tarantino es comparable a su afición a la sangre. Ya hemos alabado antes en Viniland la labor del realizador norteamericano en rescatar para el gran público artistas injustamente olvidados como Jim Croce.
La música es un elemento fundamental en las películas de Tarantino. Imposible imaginar «Pulp Fiction» sin las canciones que forman parte de una banda sonora tan magistral como la narración que acompañan.
No es casualidad que el álbum de la película alterne en sus surcos diálogos del guión con las canciones del filme. El resultado es una maravilla de principio a fin. Desde su portada, el icónico cartel con Uma Thurman -hay que verlo en vinilo, claro-, hasta el último surco: el pasaje de la Biblia (Ezequiel 25:17) recitado por Samuel L. Jackson.
Además hay que agradecerle a Tarantino que descubriera a las nuevas generaciones a una cantante superlativa como Dusty Springfield, a la que escuchamos en «Pulp Fiction» en uno de sus mejores momentos, «Son Of A Preacher Man». Y, claro, que nos hiciera disfrutar de «Girl, You’ll Be A Woman Soon», de Urge Overkill, y el playback de Uma Thurman.
VINILAND 