En la semana de los colores en Viniland, este miércoles lo pintaremos de negro en honor de una de las canciones con más recorrido de la inmensa carrera de los Rolling Stones.
Publicada originalmente como single hace cincuenta años, «Paint It Black» figura aún en el repertorio de los Stones: el público de La Habana pudo escucharla en el reciente concierto de la banda.
«Paint It Black» sigue encarnando como ninguna otra canción el espíritu psicodélico de los longevos Jagger y Richards. Y no desentona entre las descargas rockeras que conforman el grueso de las actuaciones del grupo. Seguramente porque es una gran canción.
En ella asistimos a uno de los mejores trabajos de Charlie Watts como baterista y se escucha una de las mayores aportaciones de Brian Jones: el irresistible riff de sitar que marca el sonido de la canción.
Estamos en 1966, «el año en el que el pop estalló», como escribe la revista Mojo en su último número al recordar un período inigualable en la historia de la música.
Los Stones no fueron una excepción. Vaya si estallaron: comenzaron el año con el single «19 Nervous Breakdown» y después de «Paint It Black» editaron «Aftermath», un álbum que contenía varios clásicos: «Mother’s Little Helper», «Under My Thumb» y «Lady Jane».
Gran cosecha que puede escucharse en vinilo debidamente remasterizado. La reedición de «Aftermath» -la versión británica- no incluye «Paint It Black», que suena en cambio en «Hot Rocks», un doble recopilatorio imprescindible de la primera época de los Stones (1964-1971).