Había una vez una profesor en Verona que respondía las cartas enviadas a Julieta. La historia es cierta e inspiró a Elvis Costello uno de sus proyectos musicales más hermosos y arriesgados.
«The Juliet Letters» unió a un afamado músico de pop con un prestigioso cuarteto clásico, The Brodsky Quartet. El resultado fue un álbum precioso, emocionante y absolutamente inesperado.
Desde su publicación en 1992 he sentido devoción por este disco. Ese mismo año viajé a Verona y las canciones de «The Juliet Letters» fueron mi banda sonora.
Ahora que lo escucho por primera vez en vinilo puedo disfrutar como nunca de la belleza desbordante de este disco, mientras me pregunto qué habrá sido del profesor de Verona.