Llegan los días de lluvia. Ahora sí que el otoño metereológico se ha instalado. Volveremos a ver el sol, seguro, pero hoy en Viniland proponemos unas cuantas canciones para cuando lo echemos de menos
– «If The Sun Doesn´t Shine Anymore». The Smithereens. Comencemos por la receta de la banda de Pat Di Nizio: esconderse de la lluvia y de las hojas del otoño entre las sábanas con la mejor compañía. El tiempo se detiene y al chico de la canción no le importa que el sol no vuelva a salir nunca más. La canción está en el segundo LP de los Smithereens, «Green Thoughts».
– «El sol no es para tanto». Los Vegetales. Es otra manera de verlo. El sol brillaba solo para él, pero el tipo acabó en la unidad de quemados. «El sol no es una estrella, la luna nunca te quemará. El sol no es una estrella, por mí como si se apaga ya», acaba diciendo el irresistible estribillo de este tema. «Canciones desde la tumba», la mítica recopilación en la que figura esta canción, cuyo CD me regaló Javi K hace mucho, se acaba de publicar en vinilo. Por fin.
– «Here Comes The Moon». George Harrison. Cuando se le apagó el sol, George le hizo una canción a la Luna. Supongo que no pudo resistir la tentación. El tema tampoco resiste la comparación con «Here Comes The Sun», claro, pero pocos lo harían, la verdad. En cualquier caso, es una bonita canción. Podéis escucharla en el disco homónimo que George publicó en 1979, el de «Blow Away», que, inexplicablemente, aún no ha sido reeditado en vinilo.
– «You´re The Sunshine Of My Life». Stevie Wonder. Citamos a un clásico por si la ausencia de sol es prolongada y hay que recurrir a fuentes alternativas de luz y de calor. Abre el magnífico «Talking Book», de 1972, que felizmente está bien reeditado en vinilo por Motown. Por cierto, el catálogo del sello de Detroit necesita una seria puesta al día en nuestro formato favorito.
– «Say Yes». Elliott Smith. Está canción es mágica. Así que puede suceder cualquier cosa mientras la escuchas, incluidos los súbitos cambios meteorológicos en los estados de ánimo. Cierra el álbum «Either/Or», de 1997, y se escucha de fondo en «El indomable Will Hunting». Yo la escuché una vez en una maravillosa versión a piano.