Pasan los meses y por ahora nadie le disputa el título de mejor álbum de debut de 2015 a Courtney Barnett, «Sometimes I Sit And Think, And Sometimes I Just Sit».
Un título un poco largo, pero que representa bien el ingenio de los textos de esta chica australiana. Y el dibujo de la portada es estupendo. Un bonito diseño que solo se puede disfrutar en vinilo.
Por dentro, el disco conquista desde el principio. Canciones directas y sonido contundente. «Elevator Operator», «Pedestrian At The Best», «Aqua Profunda!», «Dead Fox»… Material de primera. Y una energía que contrasta con esa manera indolente de cantar.
Antes de dar este salto, Barnett se convirtió en la sensación «indie» con varios temas reunidos en un formato tan poco habitual como el EP . Puede que a veces se siente a pensar y que otras solo se siente, pero esta australiana parece muy inquieta. Una de los nuestros.