
John Mayer tiene buena fama aquí. Del artista de Bridgeport, Connecticut hemos dicho que todo lo hace bien: buen cantante, brillante compositor y excelente guitarrista. Así que recibimos con expectación su nuevo álbum, «Sob Rock», que resulta ser una compañía ideal para estos días de verano.
Mayer se ha dejado influir en «Sob Rock» por el rock adulto de los ochenta, del que, en realidad, es un esforzado alumno y un digno heredero. De Fleetwood Mac en adelante, las referencias se notan desde esa portada en tonos pastel y el sonido coproducido por un clásico como Don Was.
Las canciones de este álbum son una acertada banda sonora de los caminos hacia las playas que estuvimos soñando todo el año. Siempre y cuando no nos detengamos a escuchar con atención la temática lacrimógena de algunos temas.
Es cierto que «Sob Rock» no deja de sonar en los platos de Viniland estos días soleados. Pero es inevitable pensar que John Mayer tiene talento para suficiente para algo más.