
Nadie como Sam Cooke cantó mejor nuestros mejores veranos. Nada como su clásico «Wonderful World» para encontrar dos minutos de felicidad en esta estación.
«Wondeful World» se convirtió en 1960 en uno de los grandes éxitos del Rey del Soul. Desde entonces no ha dejado de maravillar al mundo, que ha conocido múltiples versiones del tema. A mediados de los sesenta, los Herman’s Hermits rindieron homenaje a Sam Cooke -fallecido en 1964 con tan solo 33 años- con una interpretación acelerada del tema.
«Wonderful World» sirvió de excusa para reunir de nuevo en 1977 a Paul Simon y Art Gafunkel, a quienes se unió el incomparable James Taylor. Esta extraordinaria versión fue el tema estrella del álbum «Watermark» de Garfunkel.
El clásico de Sam Cooke nos dejó además una inolvidable escena en la gran pantalla: una furtiva lección de baile a una chica amish en el granero de remota granja de la América profunda. Resulta que Han Solo sabía bailar.