Atardeceres de verano con
Han sido semanas de mirar al cielo. En parte por buscar algunas respuestas inalcanzables; también para decir adiós. Pero sobre todo porque había empezado a olvidar el color de los atardeceres del verano.
Desde hace algunas tardes comparto puestas de sol con Paul Weller. Modfather ha llegado oportuno con un nuevo álbum, del que hay un precioso vinilo editado precisamente en ese color que tanto he echado en falta en mis cielos encerrados.

Y escuchando «On Sunset» vi cruzar cohetes por el cielo. Algunos llevaban tripulación que nunca dejaremos de buscar en las estrellas («He went off like a rocket touched»). Pasaron muchos. Hasta que un día llegó el que me debía llevar de regreso a Viniland.
Pensé que después de tan larga ausencia no quedaría ya nada allí. Me equivocaba: los discos aún giraban y la música todavía sonaba. Nunca en la vida me alegré tanto de veros.