De repente, cuando menos te lo esperas, se cuela por tu ventana una canción y el día se ilumina. Se escucha un rayo de sol y recuerdas cómo eran las mañanas soleadas, cuando llegaba radiante y encendía el día esa misma canción.
Volveremos a vernos cuando regrese el sol. Pero mientras tenemos canciones que nos ayudan a combatir el olvido y nos enseñan a soñar. Nos dicen cómo fueron y cómo serán los nuevos días bajo el sol. Esperad, dice George que aquí llega.