
Estos días he visto fotos fantasmales de Piazza Navona que nada tenían que ver con mis recuerdos compartidos a solas con la plaza. Aquellos instantes fugaces eran pura magia. El desierto de ahora ha sido forzado artificialmente por el confinamiento.
Tuve que echar con urgencia una moneda en el jukebox para escuchar «Città vuota». Es lo que correspondía en ese momento, lo mejor para evitar el desánimo.
Desde entonces llevo unos días sin poder dejar de escuchar a Mina. Soy devoto de sus primeros álbumes, reeditados en vinilo. Pero también considero imprescindible uno de sus lanzamientos más recientes: el triple vinilo que recopila sus interpretaciones de su compositor fetiche, Lucio Battisti.
La incombustible Tigre di Cremona cumple este miércoles 80 años de edad. Lleva décadas alejada de los focos, pero nuestra adorada Mina no ha dejado de publicar discos con una insólita avidez. Nunca.
En estos días inciertos, su voz suena entre nuestras sombras. Pocas cosas tan seguras como que Mina Mazzini siempre estará a nuestro lado. Buon compleanno, Tigre.