
Durante años y años, Ric Ocasek fue el conductor de nuestras noches de música y sueños. El líder de los Cars sabía por dónde conducir para recorrer la ciudad por su lado más luminoso.
Los Cars representaron como pocas bandas el lado más brillante de los años ochenta. Eran amigos de Andy Warhol, hacían los vídeos más chulos, frecuentaban modelos deslumbrantes y facturaban discos redondos, como «Heartbeat City».
Hace unos meses festajábamos en Viniland el reencuentro con nuestro álbum favorito del grupo, esplendorosamente reeditado en vinilo. En aquella ocasión pinchamos «Hello Again», el efervescente comienzo del disco.
Esta noche, para despedir a Ric Ocasek, elegimos «Drive». Ahora que no está, ¿quién nos llevará a casa?