
Hay lugares sonoros a los que regreso una y otra vez desde que tengo uso de razón. Si frecuentáis Viniland habréis recibido un montón de postales de allí.
Ya sé que hemos hablado mil veces de «All Things Must Pass», pero no puedo evitar escucharlo en algunos días grises como este. No me podéis ver en la foto, pero ahora mismo estoy entre los árboles de Friar Park, detrás de George y los enanos de jardín. Que son cuatro, como los Beatles.
Otro lugar magnífico para refugiarse los días de borrasca es el Album Blanco. Es cierto que allí hay todo tipo de paisajes, y de climas, pero yo lo tengo asociado a las jornadas lluviosas porque en una de ellas descubrí este sitio junto a mis amigos de Pez Volador.
Y cuando me canso de tantas nubes me subo al bólido de Teenage Fanclub y me marcho a buscar un poco de sol mientras escucho las canciones de «Grand Prix».