
Algunas heridas llevan sangrando desde 1975 y no parece que quieran parar nunca. Hoy es un día para escuchar esos cortes ensangrentados, para admirar la belleza de los sonidos más tristes, de las palabras oscuras, de esos dibujos casi expresionistas.
Es primavera, luce el sol, pero en algunos corazones sopla un viento idiota, que nos sacude y nos reconforta a la vez. Hay algunas heridas que no cierran jamás. Pero siempre podremos escuchar «Blood on the Tracks».