Sostiene Yuval Noah Harari en su reciente ensayo «21 lecciones para el siglo XXI» que en el futuro los algoritmos lo decidirán todo. Incluso la música que escuchamos. Elegirán por nosotros las canciones que sonarán en cada momento de nuestra vida, dependiendo de nuestro estado de ánimo y de nuestros gustos. Incluso señala la posibilidad de que las máquinas aprendan a componer y conecten con las emociones humanas mejor que los propios hombres.
Creo que los algoritmos no podrán con los vinilistas. El placer de hacer girar un disco y disfrutar de su sonido escapa a los cálculos matemáticos.
Aunque algunas listas de las canciones del verano anticipan escenarios apocalípticos. ¿Somos ya la resistencia o se trata tan solo de una moda? En un mundo con la mayor oferta musical de la historia, ¿es posible elegir tan mal? ¿Los algoritmos han tomado ya el control?
En el futuro pasado de «Blade Runner» las escenas sucedían bajo las hipnóticas notas del gran Vangelis. Escucharlas en vinilo, en la reedición de la banda sonora, es toda una experiencia que ningún algoritmo puede replicar. De momento.
Me falta por leer este último ensayo. Espero que sigamos eligiendo la música y los amigos con el corazón! Baci
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