Podemos considerar «Last Summer Dance» como el directo definitivo de Franco Battiato. Estamos en 2003 y el maestro siciliano vive una segunda juventud. Rodeado de un grupo de talentosos músicos jóvenes, combina con maestría su excelso repertorio.
Hay que decir que Battiato entró en el nuevo siglo con una creatividad envidiable. Están aquí piezas de sus por entonces trabajos más recientes junto a éxitos que suenan renovados en versiones actualizadas, espoleados por un público entregado en esa gira inolvidable.
Una delicia este «Last Summer Dance», que funciona como una antología de altura. Y con un gran sonido, digno de los grandes técnicos italianos, maestros en hacer que los discos suenen bien.
«Last Summer Dance» se Ahora se ha editado por primera vez en vinilo. Tres discos que son el cofre del tesoro de uno de los artistas más inquietos y profundos que ha admirado el pop europeo de las últimas décadas.
Los álbumes clásicos de Battiato se reeditan por fin en vinilo. Pero si solo vais a comprar uno, «Last Summer Dance» es una elección obligada.