Cuando la beatlemania invadió el mundo, Ella Fitzgerald no formó parte de los artistas sintieron amenazadas por el fenómeno. A diferencia de otras estrellas como Frank Sinatra, Ella siempre proclamó su amor por los Fab Four. Y se adelantó a los artistas de su generación grabando un estupenda versión de «Can’t Buy Me Love» con la que irrumpió en las listas de éxito.
También actualizó su repertorio con otros éxitos de los Beatles como «A Hard Day’s Night», a la que llenó de swing como solo Ella sabía hacer, y más tarde con una versión de «Hey Jude» más convencional.
Cuando comenzaron a proliferar las recopilaciones de versiones de los Beatles de artistas procedentes del jazz, Ella Fitzgerald estaba en primer línea.
En uno de esos homenajes, el interesantísimo «Glass Onion», encontramos a nuestra cantante favorita en dos números. El primero es una soberbia interpretación de «Got to Get into My Life», de «Revolver». El segundo es casi un capricho de fan: el «Savoy Truffle» de George Harrison, una de las canciones menos conocidas del «Album blanco», a la que también sacó brillo. Ella & The Beatles, menuda combinación.
VINILAND 