Todo el mundo sabe que la banda favorita de Dios es The Beatles, pero Green Day ha querido titular su reciente doble vinilo recopilatorio «Greatest Hits: God’s Favorite Band».
La fantasmada tiene gracia, la verdad. Mirad esa portada con los chicos de Green Day vestidos de curas, sobre unas vidrieras que recuerdan los veinticinco años de celestial carrera discográfica del trío norteamericano.
Ciertamente, Green Day puede presumir de un repertorio demoledor. Canciones que nos han hecho apreciar el espíritu incisivo y combativo de la banda. Dan fe de ello las veinte canciones incluidas en este recopilatorio, a las que se suman dos inéditas.
Gran material, buena presentación y buen sonido. Pero el gramaje de los vinilos se queda corto. ¿Había que racanear con una de las bandas más grandes de las últimas décadas? Parece que las discográficas no aprenderán nunca.