Primero esa portada soleada, con Paul y Artie sonriendo a la luz; luego esas canciones tan veraniegas como «Cecilia»; y después el recuerdo de aquel agosto escuchando esos temas en bucle a partir del fabuloso «Mrs Robinson». Fue así como «Simon & Garfunkel’s Greatest Hits» conquistó un hueco en la banda sonora de mis veranos.
Hablamos de la primera de una extenuante serie de recopilaciones del dúo más exitoso de la historia. Se publicó en 1972, cuando Simon y Garfunkel llevaban ya dos años sin funcionar como pareja. En una edición francamente descuidada: Columbia debía de pensar que apostaba sobre seguro y que para qué más.
Efectivamente, «Simon & Garfunkel’s Greatest Hits» llegó sin problemas a lo más alto de las listas mundiales, con un contenido algo extraño. Sí, estaban los mayores éxitos del dúo -«The Sound Of Silence», «The Boxer», «Bridge Over Troubled Water»…- en sus versiones conocidas. Pero junto a ellas aparecían lecturas inéditas en directo de otros temas capitales como «Howeward Bound». Y era imposible saber dónde y cuándo se grabaron, porque los créditos del disco no ofrecían ni una sola pista.
Como es bien sabido, la cicatera industrial musical acabaría hundiéndose. Las canciones de Simon y Garfunkel sobrevivieron a la catástrofe.