Él era el chico atormentado, inspirado por las sombras, de voz profunda; ella era la reina del pop adolescente, vivía entre globos y luces de colores en lo más alto de las listas de éxito. Aparte de su nacionalidad australiana, Nick Cave y Kylie Minogue no tenían, a simple vista, nada en común.
Pero estos dos artistas contrapuestos se asociaron en un dúo memorable, «Where The Wild Roses Grow». Es probable que en 1996 este tema sorprendiera aún más a los seguidores de Cave que a los de Minogue. Nick confesó después que llevaba años obsesionado con la Campanilla del Pop y que escribió este temazo pensando en ella. Quién lo iba a decir. Y Kylie dejó con un palmo de narices a quienes dudaban de su talento: podía mantener el pulso vocal al Príncipe de las Tinieblas y protagonizar el vídeo más inquietante prácticamente sin moverse.
Preciosa canción
Nacho Nájera
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