Cuenta la leyenda que Harry Nilsson estaba en una fiesta cuando creyó escuchar una canción de Lennon y McCartney. El tema en cuestión era «Without You» y cerraba la cara A de «No Dice», el segundo álbum de una banda llamada Badfinger y que, eso sí, grababa para Apple, el sello fundado por los Beatles.
«Without You» había sido escrita en realidad por Pete Ham y Tom Evans, dos compositores y cantantes cuyo gran talento había provocado que a principios de los setenta, con los Fab Four ya en retirada, se hablara de Badfinger como de los próximos Beatles.
Desde su portada -de la que ya hablamos aquí en «Vinilos y modelos»-, «No Dice» es un álbum fantástico, que no ha dejado de crecer con los años. Pero Badfinger nunca llegaron a alcanzar la recompensa merecida.
Harry Nilsson grabó «Without You» y consiguió un número uno mundial -Mariah Carey lo lograría décadas después con otra versión del tema-. Sin embargo, sus autores nunca se beneficiaron de ese éxito. Porque Badfinger fue estafado por un gángster infame llamado Stan Polley.
El representante robó las ganancias del grupo, derechos de autor incluidos, y llevó a la desesperación a Pete Ham, quien acabó suicidándose en 1975. Su compañero y coautor de «Without You», Pete Evans, siguió sus pasos años después: también se ahorcó.
Los fans de Badfinger tienen la obligación de reivindicar su legado, esas magníficas canciones y esos discos fabulosos como «No Dice». Su música más allá de su tragedia. Y Apple debería reeditar de una vez este álbum en vinilo, que alcanza cifras astronómicas en internet. Aunque sea casi medio siglo después, hay que hacer justicia a Badfinger.
VINILAND 