En Viniland nos encanta la combinación entre música y cine. Y saltamos de nuestras butacas cuando vemos girar un vinilo en la gran pantalla. Todo esto ocurre en la deslumbrante «La La Land», de la que reclutamos para nuestra causa a su protagonista, Sebastian, por su inquebrantable fe en la música y su poder de convicción para que su chica acabe amando el jazz.
De la película nos han llamado también la atención los debates que entablan los músicos sobre la evolución de los estilos, las exigencias del mercado y el alma de los artistas. Y, claro, también ese extraño el plato de madera en el que giran los vinilos de los maestros de jazz a los que Sebastian trata de emular con su piano. Los sueños siempre tienen música.