Con «Out Of Time» todo cambió. REM, aquella banda de rock independiente, dio el gran golpe con su segundo álbum publicado para una multinacional. Nadie en el mundo pudo resistirse a «Losing My Religión», una canción que situó a REM en la cima del rock.
Han pasado veinticinco años de aquella gesta y REM ni siquiera está ya en activo. Es posible que «Automatic For The People», su disco posterior, sea superior a «Out Of Time». Y sí, habían grabado canciones fabulosas antes -escuchad la recopilación «Eponymus».- Pero el momento cumbre del grupo fue hace un cuarto de siglo.
La efeméride ha servido para que al menos la perezosa industria musical -luego dicen que no venden discos- salde una deuda con la humanidad y reedite de una vez por todas en vinilo «Out Of Time». El álbum ha envejecido estupendamente y suena brillante en su sonido remasterizado.
Escuchando «Out Of Time» se comprende por qué REM conquistó una vez el mundo: esas canciones tenían un inmenso poder de seducción.