Los padres de la bossa nova, Tom Jobim y el guitarrista y cantante Joao Gilberto, grababan en Nueva York con el saxofonista estadounidense Stan Getz un álbum fundamental, «Getz/Gilberto».
Su tema estrella se convertiría en una de las canciones más célebres de la historia. Pero «Garota de Ipanema» («La chica de Ipanema») nunca habría sido universal si no hubiera incluido unas estrofas en inglés, intercaladas con los versos originales en portugués. Joao no dominaba el inglés; pero su mujer, Astrud, sí.
Astrud no era hasta entonces una cantante profesional. Pero su voz, lánguida y sensual, combinaba a la perfección con el tono grave de su entonces marido -luego se divorciaron-. El experimento fue un éxito mal reconocido: Astrud ni siquiera aparecía en los créditos del disco. Pero si alguien podía reclamara el título de «Chica de Ipanema» era ella.
Dos años más tarde de grabar «Garota de Ipanema», en 1965, Astrud Gilberto vio publicado un álbum con su propio nombre. Un acto de justicia artística.
«The Astrud Gilberto Album» contaba con la inestimable colaboración del maestro Jobim y un repertorio delicioso. Se convirtió en un clásico del que ahora podemos disfrutar en vinilo gracias a la acertada reedición del catálogo del sello Verve. Ideal para escuchar en una puesta de sol.