La imagen podría haber servido para ilustrar alguna crónica político-judicial, pero terminó en la portada del álbum que hizo famosa a una estupenda banda escocesa llamada Teenage Fanclub.
El disco tenía un nombre imposible, «Bandwagonesque», pero a comienzos de los noventa se convirtió en una referencia, bajo la influencia del grunge. Era el segundo que publicaba Teenage Fanclub -debutaron en 1990 con «A Catholic Education»– y a partir de aquí se convirtió en un grupo de esos que nunca tienes que perder de vista.
Porque aunque sus guitarras sucias dejaran paso a un sonido más acústico y sus entregas se hayan espaciado con los años, siempre han mantenido su habilidad para tejer melodías redondas.
Puestos a elegir en su discografía, casi me quedo con el radiante «Grand Prix», de 1995. Pero está en paradero desconocido en vinilo -venga, reedítenlo de una vez, es un disco fabuloso-.
En cambio este «Bandwagonesque», con su portada diseñada por Sharon Fitzgerald, tiene una buena reedición en Music On Vinyl. Y creo que, después de todo, puede que la bolsa no estuviera llena de dinero, sino de buenas canciones. Para decepción de los Golfos Apandadores.
Una de mis bandas preferidas!
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