Estos días en Viniland estamos abriendo el cofre del gran tesoro de Dylan: sus grabaciones de los años decisivos. Entre 1965 y 1966 publicó tres álbumes con los que cambió de trayectoria y, de paso, la historia de la música.
Hemos escuchado mil veces «Bringing It All Back Home» y, sobre todo, «Highway 61 Revisited» y «Blonde On Blonde». Ahora, con la reciente publicación del cofre «The Cutting Edge», tenemos acceso al proceso creativo de estos discos, con sus bocetos y sus versiones alternativas.
La mayoría de estas maquetas tiene un sonido de primera. Los tres vinilos que componen «The Best Of The Cutting Years» suenan cálidos y cautivadores.
Hemos descubierto que «Like A Rolling Stone» empezó siendo un vals y que «Visions Of Johanna» tenía una demoledora versión acelerada que, personalmente, prefiero a la original. Y eso es decir mucho.
«The Cutting Years», que es la duodécima entrega de «The Bootleg Series», ha sido recibido con fuegos artificiales. Y no es para menos. Se trata de la expansión de un material descomunal. El corte que separa a un talentoso cantante folk de un artista extraordinario.